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LOS CONSEJOS DE NUTRINANNY®
El verano es una de las épocas del año donde nuestros hábitos alimentarios pueden verse más condicionados por los cambios. Las vacaciones, el calor, las nuevas actividades y horarios o incluso cambios en el apetito pueden introducir variaciones en nuestra alimentación. Pero la llegada del verano y la nueva rutina no tiene por qué influir negativamente en la alimentación de nuestros hijos. Para conseguirlo, en este artículo queremos proponerte ideas y recursos para diseñar menús de verano para niños, saludables, fresquitos y apetecibles.
Enseñar buenos hábitos alimentarios a los más pequeños de la casa es fundamental para que los incorporen y mantengan en el futuro. En verano, aunque puede haber muchos cambios en nuestra rutina, disponemos de opciones apetecibles que nos permiten elaborar platos fáciles y frescos para llevar. Por ejemplo, si salimos de excursión, de picnic o a la playa, una manera fácil de mantener una alimentación saludable es preparar platos fríos, como ensaladas con pasta, arroz integral o legumbres, entre otros.
Otro de los elementos para tener en cuenta a la hora de planificar menús de verano para toda la familia son los alimentos de temporada. Como te contamos recientemente en uno de nuestros artículos, los alimentos de temporada se encuentran en su estado óptimo de consumo, llegando a nuestros hogares más frescos y conservando mejor sus propiedades originales. En verano, podemos disfrutar de:
- Frutas como el melón, la sandía, el albaricoque, las frambuesas, las moras o las nectarinas, todas ellas disponibles de junio a agosto. El tomate, popularmente considerado hortaliza aunque botánicamente es una fruta, también está presente en estos meses de verano.
- Verduras y hortalizas como el pepino, los pimientos, las acelgas, las zanahorias, la berenjena o la remolacha se encuentran en nuestros mercados durante los meses de verano. Por ello, aprovechar para elaborar platos donde ellas sean los protagonistas puede ser una magnífica idea.
- La sardina, la caballa, el boquerón o la gamba son pescados y mariscos disponibles en nuestras costas durante los meses de verano, por lo que será un gran momento para introducirlos en el menú.
Comer de forma saludable en verano no tiene por qué ser complicado. Para ayudar a adaptarnos a estas posibles situaciones de cambio, disponemos del Método Nutriplato. Este método nos ayuda a educar a nuestros peques de más de 3 años hasta los 12, en hábitos alimentarios saludables con el objetivo de que los mantengan a lo largo de toda su vida. Además, Nutriplato incorpora un completo recetario con el que diseñar platos saludables y sabrosos de verano para los más pequeños de la casa. A continuación, te presentamos 5 ideas de recetas veraniegas ideales para niños que les encantarán:
Esta ensalada cuenta con dos alimentos de temporada: el tomate y el pimiento verde. El pimiento verde es una hortaliza rica en vitamina C y propia de los meses de verano. Su momento óptimo de consumo es de julio a septiembre y también podemos encontrarlo de diferentes colores. Puedes consultar el detalle de la receta en el siguiente enlace.
Una comida o cena fresquita para combatir el calor siempre es una buena alternativa. En esta receta, el tomate es uno de nuestros protagonistas. Se trata de una fruta de verano, ya que su temporada va desde julio a septiembre, aunque podemos encontrarlo todo el año en el supermercado por su conservación en cámara. Este alimento nos aportará agua, además de vitamina C. El pepino, la cebolla, el ajo y las aceitunas completan la mitad del plato correspondiente a las verduras y hortalizas. El garbanzo, por su parte, incorpora proteína vegetal, mientras que el maíz completa el plato con su aporte de hidratos de carbono y facilita el aporte de proteína vegetal completa de la receta. Si quieres conocer la receta paso a paso, descúbrela aquí.
La ensaladilla rusa es un plato típico del verano para niños. Es un plato fresco elaborado con una base de patata, un producto de temporada estival. Esta nos aporta los hidratos de carbono, mientras que verduras como la zanahoria, las aceitunas y el pimiento nos ayudarán a cubrir la mitad del plato que corresponde a las verduras y hortalizas. El atún en conserva y el huevo duro nos añadirán la proteína. Si decides prepararla para llevar, hazlo en una neverita para no romper la cadena del frío.
Para presentar el plato, podemos utilizar un molde, dándole una forma divertida e implicando a los pequeños en el montaje.
La berenjena es la principal protagonista de un plato donde nuestros pequeños pueden ayudarnos en la cocina, un factor importante en su aprendizaje, además de comer verdura de una forma diferente. Esta hortaliza necesita mucho sol y calor para poder crecer, por eso, su temporada va de julio a septiembre. La cebolla nos completa el lado de las verduras. El pollo y el queso rallado proporcionan las proteínas, mientras que el arroz nos aporta los carbohidratos. Síguela paso a paso aquí.
Esta receta supone una alternativa interesante y fresca para ofrecer legumbres a los peques. Con los garbanzos y la pasta de sésamo o tahina, elaboraremos el hummus. Este será la estrella central del plato, ya que lo acompañan crudités de verduras y tiras de pavo con las que dipear. El pepino, uno de los vegetales con los que haremos los crudités, es una hortaliza típica del verano (entre los meses de junio y septiembre). Por su parte, el pavo con el que elaboraremos los fingers añadirá proteínas al menú. Aprende a elaborarlo con nuestra receta e incorpóralo a tus cenas de verano para niños.
Uno de los grandes protagonistas del verano son los helados. Estos son apreciados tanto por los mayores como por los más pequeños y por eso, su consumo es más frecuente durante los meses de verano. Eso sí, debemos asegurarnos de que se incluyen dentro de una dieta variada y saludable. Por otro lado, si queremos sacar nuestro lado más creativo, podemos elaborar nuestras propias versiones de este postre, fresquito y saludable. Por ejemplo, podemos utilizar moldes y prepararlos con fruta congelada triturada, leche, bebidas vegetales, yogures…una vez tenemos la mezcla, solo debemos dejarlos enfriar en el congelador, ¡y a disfrutar! No olvides incluir a los peques en la preparación para disfrutar de un momento divertido en familia.
Pero como ya hemos comentado, en verano disfrutamos del aire libre: organizamos excursiones, pasamos el día en la playa… Entonces, ¿qué pasa con aquellas comidas de verano fuera de casa? ¡Ningún problema! El principio sigue siendo el mismo, simplemente cambia el recipiente. Eso sí, no debemos olvidar que los alimentos necesitan conservarse en unas condiciones de frío concretas, con lo que utilizar recipientes que mantengan el frío y guardarlos en bolsas térmicas o neveras de tela puede ser una buena, y práctica, solución para su transporte seguro. Además, será conveniente evitar aquellos alimentos que pueden causar un problema de seguridad alimentaria con mayor facilidad debido a la variación de temperaturas, como las recetas con huevo o lácteos.
Y para aquellas ocasiones donde el bocadillo es la alternativa más realista, como las excursiones, podemos elaborar alternativas saludables y deliciosas a través de rellenos donde destaquen los vegetales. Descubre todo lo que necesitas saber del Método Nutriplato fuera del plato aquí.
Como ves, el verano es un momento del año donde podemos disfrutar de muchos alimentos de temporada que nos aportarán color y frescura a nuestros platos. Además, las alternativas frías nos abren un abanico de posibilidades para diseñar menús de verano saludables, frescos y apetecibles. Haz partícipe a los pequeños de la casa del proceso de elaboración de cada plato, y disfruta de un momento en familia perfecto para aprender y divertirse. ¡Y recuerda que comer fuera de casa no tiene por qué ser una excusa para no comer saludable!