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LOS CONSEJOS DE NUTRINANNY®
Después de una larga noche de descanso reparador y muchas horas de ayuno, es básico empezar el día reponiendo energía con un buen desayuno saludable para los niños de la casa.
Un buen desayuno no solo es necesario para despertarnos física y mentalmente, también permite afrontar con mejor ánimo las primeras horas en el colegio. Facilita mantener la atención en el aspecto académico y realizar todas las actividades físicas propias del niño. Está estrechamente relacionado con el estado de ánimo y la actitud con la que el niño asume sus tareas.
El despertador, las prisas, las carreras matutinas no facilitan poder realizar un desayuno en condiciones. Y eso, tampoco nos ayuda a transmitir a nuestros hijos la importancia de esta primera comida del día. El desayuno debe suponer entre el 20-25% del total de la energía diaria, máxime si hablamos de niños y preadolescentes en proceso de desarrollo, que tienen un elevado consumo de energía. El desayuno debe estar compuesto de fruta, cereales y derivados, leche o productos derivados y acompañarlo con algún otro alimento como aceite de oliva, tomate, frutos secos, huevo…. Podemos dejar a punto en la víspera, como por ejemplo preparar bocadillos, tortitas y calentarlas en el microondas, las tazas y plato preparados, etc.
Es preferible poner el despertador 15 minutos antes y destinar un tiempo a desperezarnos, a compartir con la familia que planes tenemos para el día, que nos preocupa y saber en qué momento nos volveremos a reencontrar, mientras tomamos un desayuno divertido y variado. Debemos motivar al niño a esperar con ganas el momento del desayuno, una sorpresa a la semana: el bocadillo que más le guste, un bizcocho de plátano, un zumo de varias frutas…
Desayunar en compañía, sentados, destinando el tiempo necesario, sin prisas ni estrés añadido es la mejor manera de ayudar a nuestros hijos a acostumbrarse a salir de casa con ganas de empezar el día y evitar que a media mañana coman de manera descontrolada alimentos poco apropiados.
De nuevo los padres y madres nos convertimos en el mejor modelo a seguir por nuestros hijos, debemos compartir con ellos el momento del desayuno familiar y mostrar con nuestros actos lo que esperamos que ellos también realicen de forma espontánea. De este modo ellos afrontarán el día con mayor energía y nosotros, ¡indudablemente también!
Mantener un correcto patrón de alimentación influye en gran medida en el rendimiento escolar de los niños. Los niños que no desayunan provocan un desequilibrio en su patrón alimentario debido a la ausencia de los nutrientes básicos que aportan la leche, la fruta y los cereales.