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LOS CONSEJOS DE NUTRINANNY®
Cuando comemos o bebemos alimentos o líquidos infectados con bacterias o gérmenes es posible que nos contagiemos de una toxiinfección alimentaria. Esto es más probable aún en el caso de los más pequeños, que no tienen todavía completamente desarrollado su sistema inmunitario.
Aunque es un trastorno por el que muchos niños pasan en alguna ocasión, no deja de ser motivo de preocupación para los padres. La infección estomacal en niños suele resolverse sola en dos o tres días, pero ante determinados síntomas sí es aconsejable que acudamos al médico. Aquí resolvemos algunas de vuestras dudas sobre esta dolencia tan habitual.
La infección estomacal infantil aparece habitualmente a las pocas horas de haber ingerido el niño o la niña el alimento o líquido infectado por la bacteria o germen, aunque en algunos casos puede no dar la cara hasta pasados unos días. Estos microorganismos liberan toxinas dentro del cuerpo humano que afectan fundamentalmente a su aparato digestivo.
Las náuseas y vómitos son dos de los síntomas habituales de la toxiinfección alimentaria, junto con la diarrea. También son normales el dolor abdominal, la fiebre, el dolor de cabeza y la debilidad generalizada.
La diarrea infecciosa infantil, unida a los vómitos, pueden causar además deshidratación al niño o la niña a consecuencia de la pérdida de líquidos, lo que puede suponer complicaciones. Durante la infección estomacal deberemos vigilar que el pequeño no presenta los siguientes síntomas de deshidratación:
● Sensación de mucha sed.
● Micciones muy espaciadas en el tiempo o con poca cantidad de orina.
● Debilidad o mareos.
● Pérdida de color en las mejillas y en los párpados inferiores en su parte interior.
● Ojos hundidos.
Por lo general las toxiinfecciones alimentarias se superan en dos o tres días sin necesidad de tratamiento, pero será necesario volver a consultar al pediatra si el niño presenta fiebre alta o si los vómitos y la diarrea no cesan en un plazo de 12 horas, o van a más. También si vemos sangre en las deposiciones o el vómito del niño, si las heces son oscuras o si presenta taquicardia.
Para evitar la deshidratación a consecuencia de la infección estomacal infantil es recomendable recurrir a una solución de rehidratación oral, que además de líquido le aportará los minerales y electrolitos perdidos a causa de los síntomas. Para que el niño o niña tolere mejor la ingesta de líquido, es aconsejable que lo tomen en pequeños sorbos, cada poco tiempo.
Por el contrario, y pese a que la creencia popular parece apuntar en otra dirección, ni las bebidas carbonatadas ni las bebidas isotónicas comerciales para deportistas son aconsejables en caso de infección estomacal en niños -y tampoco en adultos-, ya que además de no poseer los minerales que su cuerpo necesita reponer contienen altas cantidades de azúcar, lo que puede agravar los síntomas.
Es recomendable evitar también otros tipos de azúcares, como la fructosa de las frutas maduras y la lactosa de los productos lácteos, o los alimentos con grasas o con alto contenido en fibra, como pueden ser los cereales integrales y las frutas y verduras con piel. Si necesitas inspiración para crear platos apetecibles para tus hijos con las limitaciones que supone recuperarse de una infección estomacal, en los recetarios de Nutriplato encontrarás un montón de ideas saludables y recomendables.
Alimentos conservados de forma inadecuada o durante demasiado tiempo, alimentos de origen natural que han estado en contacto con heces de animales y que no hemos lavado correctamente, carnes poco hechas, comidas que han sido preparadas por personas que ya padecen una toxiinfección alimentaria son ejemplos de cómo se puede contraer este trastorno. Conocer las bacterias que pueden producir una infección estomacal infantil y cómo se contagian puede darnos también pautas para evitarlas:
Es la bacteria que más habitualmente produce casos de toxinfecciones alimentarias. La causa principal de su presencia es la contaminación por el contacto del alimento con heces de animales, por lo que puede causar intoxicación por el consumo de lácteos, de carne poco hecha o de frutas y verduras que no han sido lavadas adecuadamente.
Como en el caso de la salmonella, el contacto con heces de animales es la principal causa de contaminación, por lo que hay que tomar las precauciones de lavar bien frutas y verduras y cocinar bien los alimentos.
Esta bacteria se contagia por el contacto con personas infectadas por vía aérea o por el contagio al manipular alimentos. Lo mismo ocurre con la hepatitis A, con la desventaja de que en este último caso los síntomas pueden no presentarse hasta pasadas varias semanas.
Estas dos bacterias se encuentran con frecuencia en los productos lácteos si pasteurizar. La listeria puede estar también en los embutidos y carnes procesadas, y el campylobacter puede contaminar el agua, por lo que también hay que tener cuidado con el agua que puede quedarse estancada, por ejemplo, en los juguetes infantiles que se utilizan en la piscina o la bañera.
Si tenemos en cuenta esta información veremos la importancia de lavar bien frutas y verduras antes de consumirlas o cocinarlas, de cocinar bien las carnes y evitar los productos lácteos no pasteurizados.
Además de los consejos anteriores, estas recomendaciones pueden evitar que los más pequeños sufran los molestos síntomas de una toxiinfección alimentaria:
● Evitar cocinar ni manipular alimentos si tenemos síntomas de infección estomacal.
● Mantener la cadena de frío de los alimentos tanto después de la compra como al descongelarlos.
● Lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas o cocinarlas.
● Cocinar bien las carnes y pescados.
● Lavarse bien las manos cuando estemos cocinando, antes de cada comida y tras ir al baño.
● No poner en contacto alimentos crudos de distinto tipo, ni productos crudos y cocinados, y no utilizar mientras cocinamos los mismos utensilios de cocina para los alimentos crudos y los cocinados.
Si seguimos estas recomendaciones reduciremos mucho el riesgo de infección estomacal infantil en nuestros pequeños. No obstante, llevar una dieta equilibrada y sana también es fundamental por lo que los recetarios de Nutriplato pueden serte de gran ayuda para hacer que la alimentación de pequeños y mayores no solo sea sana, sino también divertida y libre de toxiinfecciones alimentarias.